viernes, 17 de mayo de 2013

Un deseo, un sueño



Un deseo, un sueño

El roce perfecto de dos cuerpos, el despertar de mis sentidos, la locura en tus besos. Siento tu abrigo, la calidez de tu pecho y la tranquilidad de tu respirar al compás de la mía. Somos dos que esta noche se convierten en uno... uno, siempre uno y más que uno... Dos seres siendo uno en este infinito mar de estrellas que nos regala la noche; te miro a ti y sólo a ti, a ellos ojos que siempre me dejan tranquila. Al fin volviste grita el alma mía y sonrío tranquila acurrucada en tu pecho como lo soñé desde niña. Te miro y me miras, un reencuentro y un beso... Y la brisa que nos agita los cabellos; no entiendo, no te entiendo y sonríes. Atrapas mi mirada y me regalas esa sonrisa que tanto me calma; tanto te esperé, tanto me angustié y siento mis lágrimas correr por mi mejilla. Me miras fijamente a los ojos, una mirada serena y firme; ya leíste mi pensamiento y me abrazas mientras dulcemente dices que no pasa nada. Es nuestro reencuentro y nada hará que desperdicie este momento. Acaricio tu mejilla, suave como seda, me despierta un cosquilleo y busco tus labios; tu boca y mi boca hablan sin decir nada, tan sólo tus besos que son mi deseo. Te encuentro increíble y me fascina tu mirada que hirviente de amor me llama, me abraza que al compás del sonido del viento por la ventada nuestras caderas bailan, el viento calla y el frío recorre nuestros cuerpos de amor. Ese amor que despacio duerme en un abrazo; el sol se asoma lentamente por la ventana y las olas del mar arrullan mi alma. Sonrío tranquila, me encanta tu sonrisa, esa calidez que emanas, ese dulce sueño que te atrapa y duermes en mi regazo. Tomo suavemente tu rostro y beso tu frente, y lentamente me empiezo a dormir, pero me despierto de un brinco brusco, sólo para percatarme que duermes pacíficamente a mi lado y que contigo he solidificado lo que siempre había anhelado.


 Tsukino Usagi(15/05/2013)