Un deseo, un sueño
El roce perfecto de
dos cuerpos, el despertar de mis sentidos, la locura en tus besos. Siento tu
abrigo, la calidez de tu pecho y la tranquilidad de tu respirar al compás de la
mía. Somos dos que esta noche se convierten en uno... uno, siempre uno y más
que uno... Dos seres siendo uno en este infinito mar de estrellas que nos
regala la noche; te miro a ti y sólo a ti, a ellos ojos que siempre me dejan
tranquila. Al fin volviste grita el alma mía y sonrío tranquila acurrucada en
tu pecho como lo soñé desde niña. Te miro y me miras, un reencuentro y un
beso... Y la brisa que nos agita los cabellos; no entiendo, no te entiendo y
sonríes. Atrapas mi mirada y me regalas esa sonrisa que tanto me calma; tanto
te esperé, tanto me angustié y siento mis lágrimas correr por mi mejilla. Me
miras fijamente a los ojos, una mirada serena y firme; ya leíste mi pensamiento
y me abrazas mientras dulcemente dices que no pasa nada. Es nuestro reencuentro
y nada hará que desperdicie este momento. Acaricio tu mejilla, suave como seda,
me despierta un cosquilleo y busco tus labios; tu boca y mi boca hablan sin
decir nada, tan sólo tus besos que son mi deseo. Te encuentro increíble y me
fascina tu mirada que hirviente de amor me llama, me abraza que al compás del sonido
del viento por la ventada nuestras caderas bailan, el viento calla y el frío
recorre nuestros cuerpos de amor. Ese amor que despacio duerme en un abrazo; el
sol se asoma lentamente por la ventana y las olas del mar arrullan mi alma.
Sonrío tranquila, me encanta tu sonrisa, esa calidez que emanas, ese dulce
sueño que te atrapa y duermes en mi regazo. Tomo suavemente tu rostro y beso tu
frente, y lentamente me empiezo a dormir, pero me despierto de un brinco
brusco, sólo para percatarme que duermes pacíficamente a mi lado y que contigo
he solidificado lo que siempre había anhelado.
Tsukino Usagi(15/05/2013)
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